Para muchos pueden ser solo palabras bonitas, pero para nosotros, la familia Mitjans, es nuestra forma de hacer, de vivir, de crecer. Mantener viva nuestra esencia y respetar esa autenticidad de origen es lo que nos ha permitido mantener nuestras recetas originales, las mismas que hacían nuestros abuelos hace más de 110 años.
Nuestros productos son de campo, de la tierra. Elaborados con los métodos tradicionales de siempre para que nuestra esencia artesanal se aprecie en cada bocado. Hechos en el pueblo, como siempre se ha hecho. Con respeto por la buena comida y sin prisas.
Seguimos trabajando en el obrador de manera artesanal como lo hemos aprendido de nuestros antepasados. Deshuesando a mano las pechugas de pavo para luego cocerlas al horno lentamente. Cociendo en lata a baja temperatura nuestro jamón cocido. Respetando la curación tranquila y sin prisas de nuestros curados. Cocinando las carnes en marmita para luego embutir nuestras butifarras en tripa natural. Todo como ya lo hacían nuestros abuelos, para lograr sabores honestos, auténticos de payés, de manera natural.
La calidad siempre ha sido una prioridad, por eso nuestra materia prima es la misma de siempre. Cada mañana a primera hora desde hace más de 30 años el mismo proveedor de confianza nos trae la carne de las granjas de proximidad. También diariamente recibimos las verduras y el resto de ingredientes frescos en muchos casos de nuestros vecinos payeses.
El oficio del charcutero ha inspirado a nuestra familia por cinco generaciones. Y al día de hoy lo seguimos honrando con pasión y dedicación, evolucionando sin perder nuestra esencia y creyendo que la autenticidad es el camino para seguir creciendo.